En momentos de inspiración acabas escribiendo lo que te pide el cuerpo... y no sé porque pero el cuerpo me pidió escribir algo así por primera vez en mi vida.
No tengo mucho más que explicar sobre esta historia, espero que os guste tanto como a mi.
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‘’Yo estaré allí donde tu estés, velaré por ti, pues eres el amor de mi vida'’ Le decía cada noche a su ventana mientras miraba al cielo para encontrar la única cosa que le entendía, que le hacía sentirse vivo.
Fue un niño normal y corriente en todos los aspectos de su vida, quizás más travieso y peor estudiante que la media, pero al fin y al cabo era uno más, un niño que creció en una familia desestructurada pero que nunca se quejó de las horas intempestivas en las que su padre llegaba a casa oliendo a fragancias femeninas que eran distintas a las que su madre usaba, que nunca se quiso dar cuenta de los escarceos de su madre con el alcohol hasta que fue demasiado tarde para ella, que simplemente creció en un hogar que para el era zona de guerra en la que sus padres tenían como rehenes de un amor olvidado a los dos hermanos.
También estaba ella, Kayla, su adorada hermana pequeña que debido a complicaciones con el embarazo había nacido ciega, recurso que alguna vez usó su madre en las reuniones de Alcohólicos anónimos para justificar su alcoholismo y su condena.
‘’Intentando olvidarte volveré a llorar'’ le decía a su amada.
Los años en esa casa fueron pasando como se pasan los inviernos en los países bálticos, luchando con la noche para poder llegar a ver los rayos de luz del alba. Kayla era lo único que Jake tenía en la vida, y viceversa. Ellos solo pensaban en el día en el que por fin podrían abandonar su franja de Gaza particular y volar libres hacia la libertad.
Pero como en muchos casos, la naturaleza se torna cruel con quien menos se lo merece, y un día mientras la madre los iba a buscar al colegio con alguna copa de mas, un camión de la basura se cruzó en la libertad de Kayla. Jake y su madre no sufrieron heridas externas visibles, en cambio internamente el alma de Jake quedo rota para siempre.
‘’Mi reina estelar, ansío poder rozarte'’.
Desde aquel día las travesuras de Jake dejaron de existir y se convirtió en un niño mustio, en un niño que con 12 años estaba cansado de la vida. Las cosas en el instituto tampoco iban bien, la tutora llamaba a sus despreocupados padres para decirles que no se relacionaba, y que sus notas iban en descenso directo hacia la perdición.
Con 15 años probó el primer trago de aquel licor que cambiaría su vida, el primer trago que le acerco hacia un futuro incierto que no se merecía.
Con 18 años estaba desempleado y borracho en casa, recordando a su hermana, escuchando a sus padres discutir como cada día de su corta vida. Su madre había estado en Alcohólicos anónimos varías veces, pero para cambiar algo que está mal en tu vida, el primer paso es querer hacerlo, cosa que ella nunca deseó.
Con 20 años salía de trabajar cuando la naturaleza decidió que la vida no se había cebado lo bastante con el y cruzó a un drogadicto con mono en su camino. ‘’La pela o la vida'’ ‘’La vida hace tiempo que la di por perdida, quizás a ti te sirva más que a mi'’ dijo antes de sentir el frío acero de una navaja clavarse en su vientre.
Pasó varias semanas en el hospital mientras le hacían pruebas de todo tipo, al final el primer aspecto positivo de su vida fue el VIH que la navaja del yonki tenía. Allí en esa sala de hospital empezó a mirarla, a adorar a su Diosa.
Recordó que hacía tiempo había leído una leyenda mitológica que hablaba sobre Endimion, un pastor que debido a su belleza había encandilado a la diosa Selene, la cual le pidió a Zeus que le concediera vida eterna para poder pasar toda la eternidad junto a el.
‘’El cielo no podrá apagar lo que yo te puedo amar'’.
Y se enamoró de la luna, la única cosa en su vida que lo comprendía, que pasara lo que pasara lo visitaba todas las noches, nunca faltaba a su cita.
Por eso, y debido a que aquel cuchillo cortaba menos que la realidad, decidió que si no podía tener a su amada, la vida no merecía la pena y le dedico unas ultimas lineas a su amada.
‘’ Por favor Selene, sangra conmigo'’
